“¿Por qué me duele el cuello?”
Visión osteopática de las dolencias cérvico-craneales

El dolor cervical, las cérvico-braquialgias y otras dolencias relacionadas como el dolor de cabeza, mareos, vértigos, etc., son algunos de los problemas más comunes en estos tiempos. Las posturas laborales, el estrés, la artrosis, entre otras, son algunas de las excusas que esgrimimos ante estas dolencias.
La Osteopatía tiene una visión diferente en cuanto a la interpretación de sus causas, del origen del problema, y de cómo tratar y solucionar estos problemas.

LAS CAUSAS
La Osteopatía entiende que el dolor no se lo genera necesariamente una patología de columna, como lo entiende la medicina ortodoxa. Los dolores y la mayoría de los malestares se deben a una causa funcional y en muchos casos lo producen factores mecánicos, es decir, debido a desequilibrios o excesos de tensión de las cadenas miofasciales que son los que van a generar las disfunciones osteopáticas.

En Osteopatía todo el cuerpo debe tener una buena micromovilidad, motilidad, capacidad de disociación. Cuando esta movilidad se altera se produce una disfunción osteopática. Estas disfunciones generan compresiones e irritaciones nerviosas o circulatorias así como cadenas de tensión miofascial que producen dolores, adormecimiento, hormigueos, vómitos y otros síntomas alejados de la disfunción que los originó.

Por este motivo, el dolor cervical puede ser reflejo de una alteración visceral, de una disfunción craneal o de una alteración mecánica de la pelvis o cadera. Las migrañas, jaquecas, cefaleas son variantes dolorosas cefálicas producidas por problemas de congestión venosa, bloqueos en la transmisión de los neurotransmisores o irritaciones de nervios por compresión. Las alteraciones en la irrigación de zonas cerebrales son causa de mareos y, cuando esta afecta a estructuras relacionadas con el oído medio, se producirán vértigos. La tensión de los músculos de la base del cuello pueden alterar la convergencia ocular, y los problemas de convergencia pueden ser causa de neuralgias cérvico-craneales o mareos.
Muchas dolencias cervicales –y de otras partes del cuerpo- son generadas por irradiación refleja a raíz del mal funcionamiento del hígado, intestino, estómago u otro órgano.

La medicina ortodoxa busca una causa orgánica para explicar estos síntomas, la cual no se encuentra en una mayoría de casos, y cuando se halla artrosis, protusión discal, etc. no es esta la verdadera causa de la sintomatología. La Osteopatía, por su parte, buscará el origen mecánicofuncional de los síntomas, o sea, el bloqueo mecánico que provoca la cadena lesional causante de la dolencia. Como se trata de alteraciones funcionales -ya que no hay afección orgánica-, podrán revertirse corrigiendo la restricción mecánica o disfunción osteopática.

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Dolores reflejos por disfunciones del estómago

EL TRATAMIENTO
Sabemos que el tratamiento osteopático siempre debe ser global ya que las causas pueden estar alejadas del síntoma. Por lo tanto, evaluaremos todo el organismo para hallar donde se encuentran las disfunciones y así corregirlas.
Nuestra metodología de tratamiento se centra en el sistema fascial ya que este es el esqueleto membranoso del cuerpo que envuelve y comunica a todas las estructuras corporales. Dentro del mismo, nos ocuparemos especialmente del eje cráneo-sacro que constituye la cadena fascial central del cuerpo.
El tratamiento osteopático se realiza por medio de técnicas manuales que intentarán normalizar los tejidos y estructuras en disfunción. Nuestro abordaje es funcional porque no forzamos la corrección sino que nos servimos de la fisiología corporal para normalizar las disfunciones de la estructura corporal. El osteópata acompañará a los tejidos en la dirección de preferencia para reducir sus resistencias y luego facilitar su normalización utilizando estímulos basados en parámetros fisiológicos, los fluídos y la motilidad de los tejidos para liberar las densidades y restricciones de movilidad que afectan el funcionamiento del cuerpo.
En el caso de las dolencias cráneo-cervicales trataremos el hígado, la pelvis, la movilidad del cráneo o un tobillo si fuera necesario, con el objetivo de reequilibrar las disfunciones que provocaron los atrapamientos nerviosos, las obstrucciones circulatorias o las tensiones de las cadenas musculares que producen el dolor.
El osteópata debe normalizar las estructuras en disfunción y luego el organismo se hace cargo de su autorregulación.

LA PREVENCIÓN
En muchos pacientes, para llegar a modificar las causas, necesitamos cambiar los patrones posturales y de movimiento a través de los cuales funciona diariamente. Es decir, su forma de moverse, las tensiones musculares y viscerales que se autogenera ante una situación de esfuerzo físico o ante un estrés emocional.
Para ello debemos modificar los esquemas de tensión que afectan a nuestro funcionamiento. Todos estos factores van a verse reflejados en las tensiones, el tono, la retracción de nuestras Cadenas Musculares.
Para ello proponemos CLASES DE REEDUCACIÓN A TRAVÉS DE LAS CADENAS MUSCULARES. Con este trabajo liberamos las disfunciones y reequilibramos las cadenas musculares armonizando las respiraciones y mejorando la capacidad de adaptación del cuerpo.
Las técnicas y ejercicios que utilizamos se basan en la percepción y la comprensión del movimiento y no en la mera repetición automatizada.
Cada trabajo va acompañado del fundamento de su realización y la toma de conciencia.
Entre las técnicas destacamos el trabajo con la respiración, el movimiento consciente, estiramientos, contracciones, trabajo sobre los volúmenes, posturas y patrones de movimiento, técnicas de auto-diagnóstico y autotratamiento.

Fernando Queipo
Lic. Kinesiólogo Fisiatra
Osteópata D.O.

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