“El origen de muchas afecciones viscerales, circulatorias y músculo-esqueléticas está en la
alteración de movilidad de nuestro sistema visceral”

La Osteopatía es una forma de medicina que entiende que la salud se perturba en función de las tensiones mecánicas que se producen en el organismo. Estas tensiones son reguladas por el Sistema nervioso y se expresan por un aumento del tono muscular y una retracción o densificación del tejido conectivo, la fascia.
Esto va a afectar la movilidad de las articulaciones y cadenas musculares lo que afectará a las circulaciones, generando una mal nutrición de los tejidos y un aumento de la toxicidad.
Pero esta alteración mecánica no se produce sólo sobre el sistema músculo-esquelético. Esto se da a nivel del sistema cráneo-sacral y también sobre el sistema visceral.
Ya en los principios de la osteopatía se hablaba de que las vísceras eran importantes, pero el mayor impulso que tuvo la osteopatía visceral fue en los años 80, gracias a un Osteópata francés llamado Jean- Pierre Barral, que es el que ayudó mucho a su desarrollo tanto por la utilización de técnicas basadas en el abordaje cráneo-sacral y el tratamiento fascial como por sus investigaciones clínicas. Esta evolución en la osteopatía visceral continúa hasta nuestros días.

LA MECÁNICA VISCERAL
La osteopatía visceral está basada en que todas las vísceras tienen movimiento, como cualquier otra estructura corporal, y tienen que tenerlo para funcionar correctamente.

El movimiento de las vísceras es producido por:
– El diafragma: es un músculo que al contraerse ejerce un empuje sobre las vísceras abdominales y una tracción sobre los pulmones y el corazón.
– El propio movimiento visceral: el corazón late, el estomago tiene contracciones involuntarias para poder hacer la digestión, los intestinos tienen peristaltismos…
– La movilidad visceral: es un movimiento propio de cada órgano, que parece que tiene su origen en el desarrollo embrionario.

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Mecánica diafragmática y vísceras abdominales

Entonces, si el diafragma no se contrae correctamente las vísceras ya no se van a mover bien, porque no van a recibir ese empuje que necesitan y si la musculatura interna involuntaria de las vísceras está espasmada, el movimiento visceral va a estar disminuido.

Y como en cualquier otra parte del cuerpo, si deja de haber movimiento aparecen consecuencias:
– Las sustancias de desecho se quedan estancadas al no haber el efecto bombeo produciendo un acúmulo de toxinas en la zona sin movimiento.
– Se producen adherencias entre los planos que antes deslizaban correctamente, disminuyendo todavía más la movilidad.
La función de la víscera disminuye, los intestinos por ejemplo al no tener una buena contracción, no van a poder empujar el bolo alimenticio y pueden aparecer los síntomas, como digestiones pesadas, gases, estreñimiento…
Por lo tanto vemos, que mantener un buen movimiento diafragmático y un buen movimiento visceral es imprescindible para tener una buena salud.
Pero la osteopatía visceral todavía va un poquito más allá, porque cuando hay una disminución de movimiento visceral, no solamente podemos tener dolores o síntomas viscerales, sino que los síntomas pueden ser en más zonas del cuerpo. Y esto es debido a que las vísceras pueden dar dolor referido (dolor en una parte que puede estar a distancia del lugar de origen). Es muy conocido el dolor referido del corazón, todo el mundo sabe que duele en la parte interna del brazo izquierdo, pues lo mismo pasa con el resto de vísceras. El hígado, por ejemplo, nos puede simular una tendinitis en el hombro derecho, la vesícula biliar una tendinitis en el codo derecho, el esófago nos da dolor entre las paletillas, el estómago nos da sensación de pesadez y dolor en los trapecios…
Por lo tanto, la osteopatía visceral no solamente nos sirve para dar movilidad visceral y disminuir síntomas viscerales sino que también nos otorga más posibilidades de tratamiento ante un dolor, ya que hay veces que con las técnicas habituales musculo-esqueléticas no se soluciona el problema y la llave está en el tratamiento visceral, en principio tendinitis en los hombros que no se modificaban con nada, cuando su origen es visceral basta con unas pocas sesiones para que el dolor desaparezca.

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Aparato digestivo y circulación

ALGUNAS DOLENCIAS DE CAUSA VISCERAL

  • Lumbalgias: muchos malestares y dolores lumbares tienen su origen en alteraciones de la movilidad del riñón que afecta al psoas o por disfunciones del hígado con incidencia sobre el diafragma. Los excesos de toxinas (alimentos, medicamentos, etc) suelen afectar mucho el funcionamiento de estos órganos.
  • Cérvico-braquialgias: los dolores cervicales con irradiación hacia el brazo u hormigueos pueden estar ocasionados por fijaciones en el domo pleural, es decir en los ligamentos que conectan la parte alta de los pulmones con las cervicales bajas. Por esta zona pasan importantes nervios y arterias que van hacia el brazo.
  • Dolores de costillas y esternón: estos dolores más palpitaciones, ansiedad, etc. suelen originarse en bloqueos de movilidad del mediastino y la fascia que recubre al corazón que se comunica por varios ligamentos con estas estructuras y con nervios cérvico-dorsales. Los problemas emocionales suelen afectar la movilidad de esta zona.
  • Mareos y cervicalgias: tensiones en diafragma y disfunciones del estómago van a traccionar de la cadena visceral anterior que nace en el cráneo produciendo bloqueos en las primeras cervicales que afectarán el riego sanguíneo y tensiones cérvico-craneales.
  • Migrañas, lumbago, defensas bajas: cuando está alterado el funcionamiento del intestino pueden presentarse cualquiera de estos síntomas tan dispares, por eso es fundamental mantener la movilidad de este órgano y mantenerlo limpio de toxinas.
  • Varices y otros problemas circulatorios de las piernas: pesadez, cansancio, retención de líquidos, etc. son síntomas que responden a una alteración funcional en el cuerpo: la mecánica tóracodiafragmática que afecta el normal funcionamiento de la bomba cardíaca que impulsa la sangre, o tensiones y fijaciones viscerales a nivel pélvico-abdominal bloquearán el normal retorno circulatorio son algunas de las causas de estos problemas.

EL TRATAMIENTO OSTEOPÁTICO

Insistimos en la idea de globalidad desde un punto de vista mecánico pero no sólo refiriéndonos al sistema músculo-esquelético sino integrando todos los sistemas corporales a diferentes niveles de profundidad. De ahí que ante cualquier dolencia, patología o sintomatología debemos relacionar los aspectos viscerales, circulatorios, endocrinos, uro-ginecológicos, músculo-esqueléticos, etc., y buscar las causas primarias en todo el cuerpo.
Pensemos que, tal vez, La ciática que padecemos hoy tenga que ver con el esguince de tobillo de hace 5 años, los dolores menstruales -hoy tapados por la píldora- o la operación de apéndice de hace 25 años.
Nuestro trabajo estará destinado a liberar las densidades, restricciones y retracciones de los tejidos a través de técnicas manuales suaves y precisas tendientes a devolver el movimiento alterado en la estructura. Actuamos sobre la motilidad de la víscera, las restricciones fasciales, etc. relacionándolas con sus conexiones mecánicas, nerviosas y circulatorias.
En los problemas de origen visceral es muy importante trabajar sobre los volúmenes corporales. Por eso complementamos nuestros tratamientos con REEDUCACIÓN DE LAS CADENAS MUSCULARES y GIMNASIA HIPOPRESIVA.

Fernando Queipo
Lic. Kinesiólogo Fisiatra
Osteópata D.O.

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